El primer astronauta no estadounidense en caminar sobre la Luna con el programa Artemis será un japonés. El 10 de abril de 2024, Japón y Estados Unidos firmaron un importante acuerdo espacial, según el cual la NASA reservará dos plazas para los astronautas japoneses en misiones a la superficie lunar. El acuerdo fue firmado en Washington entre el administrador de la NASA, Bill Nelson, y el ministro de Educación, Ciencia y Tecnología de Japón, Masahito Moriyama. A cambio, Japón construirá el futuro. vehículo móvil presurizado del programa Artemis, que debe estar listo para la misión Artemis VII prevista para 2032. La NASA será la encargada de enviar a la luna este rover, que podrá transportar a dos astronautas en su recorrido por el polo sur lunar. Japón se convierte así en el primer país en conseguir un asiento en el módulo lunar de la NASA.
Buenas noticias para Japón, pero no tan buenas para Europa, que no ha podido llegar a un acuerdo tan satisfactorio con la NASA, ni mucho menos. El contraste es sorprendente dado que la Agencia Espacial Europea (ESA) suministra el módulo de servicio ESM (módulo de servicio europeo) de las naves Orion que toman Todo astronautas del programa Artemisa a la luna. No sólo eso, la ESA también colabora en la estación Gateway con los módulos I-Hab y ESPRIT, además de diseñar los buques de carga. Crucero lunar para la estación Gateway y argonauta para la superficie lunar. Japón también coopera en el módulo I-Hab de Gateway, pero su contribución es significativamente menor.
Para empeorar las cosas, llueve sobre mojado. No olvidemos que el primer astronauta no estadounidense en volar en el programa Artemis de la NASA será el canadiense Jeremy Hansen, que dará la vuelta a la luna en 2025. Artemisa II. En otras palabras, Canadá, cuya contribución a Artemis no se limita al brazo robótico Canadarm 3 de la estación Gateway, también superó a la ESA al conseguir un billete a bordo de la misión Artemis. ¿Cómo es que la ESA no llegó a un acuerdo al menos equivalente? La razón directa, recuerde, es que alguien de la ESA pensó que era un buen negocio negociar con la NASA la construcción de los primeros cuatro módulos de servicio Orion para costear la presencia europea en la Estación Espacial Internacional (ISS) de aquí a 2030. Al parecer, nadie en la agencia europea vio la diferencia entre enviar astronautas a la órbita baja y enviarlos a la Luna. . Es extraño que por alguna razón en Japón aprecien la sutil diferencia.
Como resultado, la ESA sólo puede negociar restos de Artemis con la NASA a través de los módulos de servicio de la nave espacial Orion a partir de las misiones Artemis V en adelante, excepto los módulos de la Estación Gateway, lo cual no es poca cosa. De hecho, sigue siendo más que el post Artemis japonés o canadiense. Gracias a estas contribuciones de la NASA, la ESA consiguió tres plazas en las misiones Artemis. Pero ojo, estos son los sitios para misiones a la órbita lunar, no a la superficie, probablemente primero a Artemis IV y Artemis V. Hasta esta semana, había esperanzas de que la ESA respondiera y presionara a la NASA para que enviara al primer astronauta no estadounidense de El programa Artemisa, que caminó sobre la luna, era europeo, pero el reciente acuerdo con Japón desbarató esas altísimas expectativas. ingenuo Si, como premio de consolación, la NASA cree que enviar a un astronauta europeo a la órbita lunar antes de que un japonés pise la luna puede compensar en cierta medida la humillación, tengo un mensaje: no, no es suficiente.
El problema, por supuesto, no es que un japonés llegue a la luna antes que un europeo, sino más bien la injusticia de la decisión, dada la gran disparidad en la contribución de JAXA y ESA a Artemis. De todos modos, sólo nos queda esperar que la NASA tenga piedad de sus fieles. vasallo socio y danos espacio lo antes posible. La NASA tampoco ha especificado cuándo planea enviar a los primeros japoneses a la superficie lunar, por lo que habrá que rezar para que sea lo suficientemente pronto como para que la ESA pueda negociar un lugar en el módulo lunar para una misión que despegue diez o quince hace años que. Según la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, la misión Artemis IV, prevista para 2028, ya podría transportar a un astronauta de otro país, por lo que es de esperar que en ese vuelo vaya un japonés, por lo que ojalá pueda ir también un europeo. en Artemis V. Aunque tal como están las cosas, no nos sorprenderá que un astronauta emiratí vaya a la luna antes o al mismo tiempo que un europeo (los Emiratos Árabes Unidos suministrarán la esclusa de aire de la estación de entrada y se han asegurado un lugar en la misión Artemis , probablemente Artemisa VI).
Un acuerdo lunar tan beneficioso para la tierra del sol naciente debe integrarse en el fortalecimiento de la alianza entre Estados Unidos y Japón, que fue sellada en Washington esta semana por el presidente Joe Biden y el primer ministro japonés, Fumio Kishida. Por cierto, el acuerdo sigue siendo un ataque a China, porque si sale bien, el primer asiático en caminar sobre la luna no será chino, sino japonés. Sin embargo, teniendo en cuenta que China planea enviar dos astronautas a la superficie a finales de 2030, y que es muy probable que Artemis IV se retrase -aún más- la carrera por ser el «primer asiático en caminar sobre la luna» va a retrasarse ser muy ajustado, incluso cuando personalmente apuesto definitivamente por China. En cuanto a la cuestión de cuándo veremos un europeo en la luna, es mejor no apostar.
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